
No nieva tantísimo desde que yo era una niña y la nieve me cubría hasta la cintura. Nos pasábamos el día jugando, haciendo muñecos, cogiendo "carámpanos" o "carámbanos" que, para aquellos que no lo sepan, son enormes estalactitas de hielo que cuelgan de los tejados.
Hacía tanto que no cubría el suelo... cómo me prestó ver a los niños tirarse bolas de nieve, coger un plástico para deslizarse por ella... en definitiva, verlos reír, jugar, disfrutar,...
He de decir que merece la pena ver el Aramo nevado y poder disfrutar de la nieve y aunque no a todo el mundo le guste hay que pensar en positivo y pensar que toda esta nieve se convertirá en agua que tanta falta hace en verano.
Por eso, como diría mi madre.......... Año de Nieves, Año de Bienes.
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