jueves, 8 de abril de 2010

Del campo a la ciudad un camino de vuelta


Uno de tantos tesoros que tenemos en Asturias son las diversas formas de nombrar una misma cosa. De vez en cuando descubro una palabra nueva como por ejemplo “alicar”. Significa mejorar de una enfermedad pero expresa también salir de una situación difícil. Si buscamos la etimología proviene del latín ala ('ala de ave'), tal vez por levantarse, ascender poco a poco. Cada pueblo tiene su vocabulario propio, nuestros paisanos son una fuente inagotable de dichos, de expresiones que se transmiten de generación en generación.


Mi hijo crece con esas expresiones y las toma como suyas pero cuando vienen sus primos de Barcelona se sorprenden aunque rápidamente las hacen suyas. Ir a la cuadra es toda una aventura, ver pacer las “vaques pintes”o preguntar si va nacer algún “xatín”. A continuación les encantan “echar de comer” al “gochu “, a las ”pitines”…. Y lo sorprendente es que después de tan solo una semana por nuestras tierras vuelven a la ciudad con expresiones “ye”, "tengo fame” que les dura por lo que me dicen unos 15 días. ¿Será que nuestras expresiones son pegadizas o será obra de alguna xana…?

No hay comentarios: